40 años de la Oficina Nacional de Diseño, ONDI
Este 9 de julio la Oficina Nacional de Diseño cumple 40 años. Un camino construido bajo el esfuerzo de muchos, atravesado por retos, logros y obstáculos. Son varias las campañas y los proyectos asumidos por la institución durante estas décadas. Ni en días de coronavirus, ha parado de crear. Una idea también salva fue su iniciativa, nacida desde el pensamiento de diseño y la visión de comunidad, en momentos de enfrentamiento a la pandemia.
La idea fue crear una plataforma de trabajo colaborativo que se preocupara, además, por el proceso de recuperación del país después de la crisis epidemiológica. Desde este espacio digital se convocó a todos los diseñadores y colaboradores de la Oficina de toda Cuba con el propósito de reunir materiales, proyectos o productos organizados en cinco áreas fundamentales:
- Comunidad y equidad
- Familia y distanciamiento social
- Prevención y protección
- Industria
- Ahorro y racionalización
Pero el objetivo hoy sale de este periodo de COVID-19 y se concentra en recorrer brevemente estos años de quehacer y en resaltar su permanente visión y misión de concebir a una Cuba mejor diseñada, desde lo político, lo social, lo cultural, lo deportivo, los espacios más cotidianos.
Es un hecho, la presencia del diseño en la sociedad actual constituye una garantía para el propio bienestar de los ciudadanos. “Su inserción en la industria, la cultura y los medios de comunicación contribuye a favorecer el empleo óptimo de los recursos materiales, la preservación del medio ambiente, y la creación de un entorno que eleva la calidad de vida de las personas y tributa a la generación de respuestas socialmente responsables”, afirma la propia Jefa de la ONDi, Gisela Herrero García, en el artículo Mejor Diseño=Mejor País.
Precisamente, con esta especialista, quien dirige la Oficina desde enero del 2016; además directora de la Revista Cubana de Diseño La Tiza y presidenta de la Bienal de Diseño de La Habana, conversamos sobre los retos y resultados de esta creativa comunidad de profesionales, que vería su surgimiento en los años ‘80 del pasado siglo.
Hay que decir que este 40 aniversario sucede en un contexto histórico llamado a pensar como nación. Es por ello que la Oficina se moviliza por una matriz económica de progreso y sostenibilidad, encaminada a la sustitución de importaciones, el incremento exportaciones y encadenamiento de la producción; todo ello bajo la calidad de bienes, servicios y entornos; teniendo presente la soberanía cultural, económica y tecnológica.
¿Cuáles son las principales actividades que marcarán este aniversario?
“Como es de suponer, las condiciones creadas como consecuencia de la pandemia de la COVID 19 han limitado el despliegue de acciones que habíamos concebido para festejar el 40 Aniversario. Sin embargo, hemos desarrollado toda una campaña de comunicación, bajo la etiqueta #HazQueSeVea”.
Dicha iniciativa se propone visibilizar lo que verdaderamente define a los cubanos. “Lo que somos y hacia dónde queremos ir, lo que soñamos y hacemos, todo lo que damos, por el Diseño y por la Cuba que amamos”, apunta Gisela Herrero.
¿Cuánto ha evolucionado la ONDi desde su surgimiento?
“Ha mantenido una trayectoria en función de su encargo social, el cual sigue vigente desde los instantes fundacionales. Lógicamente, los enfoques y las acciones han debido atemperarse a cada uno de los momentos por los que el país ha transitado en estos años”.
“El diseño cubano se parece mucho a la economía en que tiene lugar, digamos que es un diseño de retos, de resistencia, con no pocas barreras de varias naturalezas, pero con buenas oportunidades a partir de los cambios que se han venido dando en el perfeccionamiento de nuestro modelo económico y que, ineludiblemente supone y ha de verse de una buena vez, un pilar para el desarrollo, la sostenibilidad y la soberanía nacional en ella, la soberanía tecnológica”.
Entonces, ¿cuáles son los principales retos?
“Están relacionados con nuestra visión de alcanzar niveles de inserción del diseño en la economía y la sociedad que sean perceptibles en el entorno habitable de cubanas y cubanos”.
“Para ello y en el afán de afianzar un modelo de desarrollo próspero y sostenible, así como, alcanzar niveles de soberanía que un país como el nuestro, sometido a una férrea batalla en pos del desarrollo y que enfrenta un largo y despiadado bloqueo y campañas de descrédito ante la opinión pública internacional debe sortear y avanzar en medio de ello y desde esta problemática”.
“El mejor indicador de desarrollo de un país se encuentra justo en tener a su disposición productos, servicios y mensajes de alto estándar de calidad (y para nosotros, claro, no puede haber calidad real sin diseño eficiente)”.
¿Qué ha sido lo más difícil de sostener en estas cuatro décadas?
“Conservar en cada etapa el eje fundacional de la ONDi, excelentemente construido desde los inicios por sus fundadores, y mantenido contra viento y marea por quienes hemos sido sus continuadores, con el fin de propiciar más y mejor diseño para todos, mirando a nuestro encargo estatal a través de nuestras funciones, pero contando a no dudarlo con la comunidad de diseñadores formados que al fin y al cabo son quienes hacen posible la materialización de estos sueños”.
“Para que hoy desde la Política de Diseño donde trabajamos se propicien caminos más expeditos y el Diseño continúe abriendo los espacios que debe ocupar para la prosperidad, sostenibilidad y soberanía palpable en una mejor calidad de vida para nuestra gente”.
Necesitamos una Cuba mejor diseñada, una Cuba más competente en materia de diseño comunicacional ¿qué estrategia traza la ONDi en este sentido?
“A partir del presupuesto de que la fundación de la Oficina Nacional de Diseño constituye per se una política pública a favor del Diseño, y a tono con sus atribuciones y funciones, la ONDi desde el año 2013 comienza a dar los primeros pasos en favor de dotar al país de una Política que viabilice la implementación del Lineamiento 111 de la Economía y la Sociedad en todas sus implicaciones, es decir, en una inserción plena del Diseño en todo el accionar del país”.
“La propuesta, actualmente en fase de consulta, aporta visiones a futuro que apuntan al logro del nivel deseado y a tono con el estado del arte en el contexto internacional”.
Volvemos al análisis que hace en el artículo Mejor Diseño=Mejor País, donde menciona que el objeto de la profesión del diseñador y sus competencias son componentes del modelo de profesional los cuales necesitan ser comprendidos por interlocutores diversos. “Como resultado de este enfoque, debe crecer el número de empresas y organizaciones que insertan el diseño en sus modelos de actuación y gestión, lo que permitirá una mayor calidad de los productos y servicios cubanos”.
Más allá de eso, ¿cómo valora el panorama del diseño y los diseñadores cubanos? ¿se puede hablar de una marca distintiva, una diversidad latente o está lleno de externas apropiaciones culturales?
“Si partimos del hecho de la formación de los profesionales del Diseño, nuestra academia (el ISDi) cuenta con un programa curricular basado en principios que aportan al futuro diseñador de un basamento teórico y metodológico muy coherente.
“Pero de otro lado, comulgamos con la idea expresada del célebre diseñador Guy Bonsieppe cuando afirmaba: “pensar global, actual local”. Esto aporta una visión de acuerdo con la cual el profesional cubano del Diseño es capaz de apropiarse de lo válido del estado del arte a nivel internacional, pero es formado, y es así desde los propios ejercicios de pregradación a la solución de los problemas locales, haciendo uso de los recursos que dispone a la mano”.
“Esto produce una integración entre lo cubano y lo universal, lo más actual de los enfoques internacionales con la solución a problemas muy locales, en correspondencia con los principios éticos y estéticos, medioambientales y humanísticos muy asentados desde su propia formación”.
“Los diseñadores cubanos, claro, no son impermeables a lo que sucede en términos de tendencias, pero su accionar está basado en el principio básico de que el Diseño debe en primer término dar respuesta a las necesidades de los usuarios, más que seguir a ultranza modas o generar necesidades no esenciales”.
“Pepe Cuendias, jefe de la ONDi y Rector del ISDI por más de 20 años siempre insistió sobre el valor de diseñar en la realidad y para la realidad cubana desde el entendido de que ello marcaba, el compromiso del diseño y sus profesionales con el país”.
Si contáramos la historia de la ONDi de estas cuatro décadas, ¿qué acontecimientos y nombres no podríamos dejar de mencionar?
“Es un momento para reconocer los arduos esfuerzos y labor de persuasión del compañero Iván Espín y de un grupo de colaboradores especialistas en varias disciplinas para la fundación de la Oficina, que nos ha traído hasta el hoy en sus primeros 40 años”.
“Estos esfuerzos fueron comprendidos por la máxima dirección del país, que en la figura del compañero Fidel con su visión estratégica de futuro tuvo terreno fértil. La labor de Iván en los primeros 10 años de la ONDi fue intensa y sentó las bases de la estructura y funciones que la ONDi ha desempeñado hasta hoy”.
“En este decursar es justo destacar la figura del Dr. Arquitecto José Aurelio Cuendias Cobreros, “Pepe”, para muchos de nosotros, quien guio a la ONDi por más de 15 años, hasta su inesperado fallecimiento en 2011. Cuendias fue un verdadero luchador por la causa del Diseño cubano, y dirigió de modo simultáneo a la ONDi y el ISDi en un esfuerzo épico, que mucho reportó a la causa de la inserción de la profesión en la sociedad cubana”.
“Sus múltiples intervenciones en eventos y congresos nacionales e internacionales y en los aniversarios de la ONDi y el ISDi, vinculados siempre a su visión de desarrollo de la economía y la industria con la participación del Diseño, constituyen un legado de ideas y conceptos, muchos de los cuales cuentan con total vigencia en los tiempos actuales y marcan la mirada a futuro que acompaña nuestra agenda”.
“En el trayecto comentado, han sido muchos los logros alcanzados. En sus primeros años, la creación de burós ramales de diseño en el seno de la Industria Ligera, la labor de evaluación del Diseño de los productos cubanos y su vinculación a los procesos de certificación de calidad, asumir el Taller Escuela Experimental de Diseño fundado por Vilma Espín en 1966 como unidad docente en 1984, y como paso estratégico para el futuro, la creación ese mismo año del Instituto Superior de Diseño, piedra angular para la formación de los profesionales en esta disciplina, capaces de dar respuesta a las perentorias necesidades del país”.
“Con los 90´s y la crisis derivada de la ruptura del sistema de intercambios económicos con los países del CAME, se entra en una nueva fase asociada al desarrollo de la industria turística y la incipiente industria biotecnológica y farmacéutica, así como el desarrollo del sistema de identidades visuales y aplicaciones para OACEs, entidades e instituciones del más diverso carácter. Además, importantes proyectos en el ambiente gráfico fueron asumidos para la denominada Batalla de Ideas, vinculados a la propaganda política y la comunicación de bien público”.
“En el presente siglo, la ONDi ha continuado inmersa en las tareas de promoción del Diseño, la integración a los Controles Estatales que rige la CGR y la entrega de Premios Estatales como incentivo para trabajo de nuestros profesionales, sin soslayar la vinculación a proyectos de vital importancia para la economía del país”.
“Pasos importantes en el proceso de institucionalización de la actividad se relacionan con la creación del Registro Nacional de Diseño y la propuesta de una Política de Diseño que comprende todo un sistema de normas jurídicas que garanticen y potencien la completa integración del diseño a la industria y a la sociedad, tal como se establece en el Lineamiento 111 para el desarrollo económico del País”.
“Importante ha sido la activa participación de la Oficina en el plano internacional, a través de organizaciones como la Asociación Latinoamericana de Diseñadores (ALADI), la Red de Políticas Públicas y Diseño, el Consejo Internacional de Asociaciones de Diseño Industrial (ICSID), y la participación en múltiples escenarios y eventos, así como las estrechas relaciones de trabajo con instituciones de diseño de otros países, tales como el Consejo Internacional de Asociaciones de Diseño Gráfico (ICOGRADA), el Instituto de Diseño de España (DIOS) y otras en Europa y América”.
“Pero como cubanos, somos eternos inconformes. Si bien estamos complacidos de los logros alcanzados, no nos sentimos plenamente satisfechos. Sabemos que queda aún un camino largo por recorrer para lograr que el Diseño sea reconocido y asumido de modo estratégico por todas las instancias, desde el Gobierno, el sector empresarial y las instituciones, a modo de lograr lo que visionariamente los fundadores de la Oficina plantearon cuando señalaban que
´La realidad de una sociedad con equidad y una elevada cultura pasa inevitablemente, y así será, por una calidad de vida en el orden material más elevada y consecuentemente por una presencia prominente del Diseño en el entorno habitable del cubano´”.
“Si el diseño es transversal a todos los sectores, diríamos que está en todas partes, la meta permanente es pensar y hacer por el diseño cubano, nuestro Made in Cuba o mejor, el HECHO EN CUBA profesionales para hacerlo y problemas a solucionar por estos, también, como uno de nuestros lemas en las jornadas de este aniversario diríamos a todos y cada uno de los que tienen que ver con esta impostergable necesidad entonces, HAZ QUE SE VEA”.
Tomado de Cubadebate